CAPODASTRO: 3ER TRASTE

INTRO: G - D/F (3 veces)
 
          G    
Recorro a diario una franja de costa
         D/F#
de arena blanca de sol y de sal
     Am                         C                        
que golpea eternamente noche y día
              G – D/F
el oleaje del mar.

          Gm
Aquí he venido a dar por accidente
          G                     Em
para afrontar la existencia y azar
          Am                    C
que lleve el náufrago de sus anhelos
            D
y la tempestad.

        D(bajeo IV-1)               IV-3   
Mis caminatas se han vuelto el objeto
           G                  D/F#
de cada mañana que salgo a buscar
        Lam                   Do
en la distancia la vela de un barco
                G – D/F# - Am - C   
que algún día vendrá.


           G
Le di por nombre “la Isla del Olvido”
               D/F#
y entre otras cosas me puse a juntar
         Am		     C    	
la variedad de formas de botellas
                 G      D/F   
que abandona el mar.


             Gm
Y así encontrando ya hace mucho tiempo
         G                       Em    
en una de ellas me hallé esta señal:
           Am                V-2      
“sigo esperando por ti cada ocaso
               C       D
en el mismo lugar”.


        D(bajeo IV-1)       IV-3   
La nota no tenía firma ni fecha
         G 		    Em
como tampoco marcaba un lugar
        Am                      C
e imaginé que encontraba en el mundo

               D 
otro náufrago más.


             D(bajeo IV-1)           IV-3
“Sin tiempo y firma y de ninguna parte
	        G     Em
te salgo a buscar”,
   D(bajeo IV-1)           IV-3				  C
decía el mensaje en la misma botella
                  G  
que devolví al mar.


Se repiten los tonos, 
En los mismos tiempos



Así mi vida en la Isla del Olvido
adonde cantan las olas del mar
abandonando maderos sin tiempo
y sueños sin hogar.


De arena blanca en la noche estrellada
de luminosas mañanas sin más
que andar dejando en la arena mis huellas
que el mar borrará.

Siempre esperando el ala de una vela
que me quisiera a su viaje invitar
hallar los restos de aquellos
que ya no han vuelto a navegar.

Se sigue aquí sólo que hace algún tiempo
que extrañamente he empezado a encontrar
mensajes de otros naufragios que han visto
una vela en la mar.

Y así como ellos llegan a mi playa
cada crepúsculo vuelvo a lanzar
a un mensajero nombrando un anhelo
que tarda en llegar.

Junto con unas palabras de aliento
que escribo a quien las pudiera encontrar
en el mensaje que en esta botella
confiamos al mar.